En 1973, bajo el precepto de “aprender jugando lo que la danza puede enseñar”, la Universidad de Guadalajara inició talleres donde se impartían clases de bailes mexicanos a grupos integrados por niños, con quienes se compartía el orgullo por la música, el canto y la danza que representaba a nuestro México. Aun cuando no existía entonces la intención de formar un grupo como el que ahora es el Ballet Folclórico Infantil, los talleres se convirtieron en un intento de rescate de parte de la cultura popular, como las creencias, supersticiones, la música, las danzas, fiestas, ritos, trajes cotidianos, y los elementos autóctonos y mestizos pertenecientes a un México prehispánico y actual.
Fue con el paso de los años que el Ballet Folclórico Infantil se integró como tal, presentándose por primera ocasión el 5 de febrero de 1983 en el Teatro Experimental de Jalisco. A partir de esa fecha inició una serie de presentaciones que ha incluido el Mundial de Futbol 1986, las Fiestas de Octubre de Guadalajara, algunas presentaciones anuales en el Teatro Degollado, Teatro Diana, Trompo Mágico y el Festival Papirolas desde 1999.
Actualmente, el Ballet Folclórico Infantil continúa su trayectoria con la realización de talleres y presentaciones especiales al término de cada ciclo escolar.